Pedro Yomeye, hijo de
Juan, nacido de Casiano, hijo a su vez de José quien fuera hermano de Néstor,
primo de la Locajarichi, quien fuera hija de Jumeruco, conocido en el
territorio de Mojos como “Cacique Grande”, no esperó el tercer canto del gallo
para negar a sus padres. Antes de morir de consunción, tomó su única mudada de
ropa y se largó del pueblo y sus dilatados veranos. Cambió su apellido nativo
por uno de sonoras sílabas italianas que escuchó por ahí y se metió de cura en
el primer seminario católico que encontró. Ahora habla con ese acento
extranjero que caracteriza a los representantes de Dios en la Tierra, y se lo
conoce como el padre Pedro Carnivella, guardián de los bienes de la iglesia y administrador
de “Espíritu Santo”, la hacienda del templo.
-Homero Carvalho
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