Édgar Lora Gumiel: "Pueblo que lee es libre"

La Feria Internacional del Libro -además de ofrecer una variedad de libros para todo tipo de públicos- es el espacio indicado para compartir y conversar con escritores, productores, cineastas y otras personalidades del ámbito de la literatura y la cultura en Santa Cruz.

En esta oportunidad, entre personalidades como Alcides Parejas, Wolfango Montes, Patricia Gutiérrez, Paz Padilla y muchos más, tuvimos el gusto de pasar unos minutos escuchando al escritor, maestro y gestor cultural Édgar Lora Gumiel. La conversación giró en torno a la importancia de la lectura en nuestra sociedad, su aporte a los jóvenes y la relevancia de la Feria del Libro.

Édgar Lora Gumiel en una entrevista con El Deber en 2015.
Foto: El Deber
http://www.eldeber.com.bo/escenas/edgar-lora-gumiel-del-aporte.html

¿Para qué sirve leer? ¿Qué utilidad tiene la lectura en un joven o en cualquier persona?

Édgar Lora: Siempre se ha dicho que leer hace libre a la persona. ¿Cuál es la libertad que te da el leer? La libertad de la ignorancia. Lo que más encarcela al ser humano es la ignorancia. Entonces la lectura, la literatura en general, te abre las puertas a un universo. Te da una idea, un poder. El poder de la palabra, del pensamiento, de la ideología. El poder de la conversación, de la persuasión, del convencimiento. La literatura te desarrolla la imaginación, la creatividad, la fantasía. 

Pero otro factor importante de poder leer, aprender y saber leer, es que te forma una conciencia crítica. No eres ya una persona que te pongan el dedo en la boca y que te apreten el cerebro. Tú aprendes a razonar, a comparar, a relacionar, criticar y opinar. Por otro lado, otro beneficio de saber leer o de la práctica de la lectura, es que te permite ser una persona creativa, comprometida y responsable con tu sociedad. Una persona que lee se hace más sensible. Al ser más sensible, comprende al ser humano, a la sociedad, comprende a la vida y se entrega a la vida. La literatura siempre te va a hacer mejor. Te da calidad de vida, una calidad de sentimiento, una enorme visión filosófica de la vida.

Y por último, para no hacerlo tan largo, lo que te da la literatura es una dimensión estética. Te hace valorar, te hace apreciar, te hace amar y querer sobre todo la belleza.

Entonces hay una dimensión ética de la lectura, que son los valores, los principios y la filosofía y hay una dimensión estética, que es la belleza. La literatura es belleza, la palabra en su mejor forma expresiva. El sentimiento del hombre hecho palabra: eso es la literatura. El mejor de los sentimientos. La literatura te hace crecer. Después de leer, ves todo con ojos críticos y con ojos de belleza. Eso es realmente un bien que no tiene precio para el ser humano. 

¿Qué propone usted para lograr que los jóvenes se interesen por la literatura y de este modo se enteren de lo que pasa en la sociedad? En este momento, la mayoría de la juventud está desconectada de la realidad de la ciudad y del país, no se interesa por la lectura y la literatura.

Édgar Lora: Hay muchas estrategias. Yo tengo libros donde desarrollo varias estrategias (Literatura y Comunicación), pero la más importante siempre es la familia, el hogar. Yo lo he dicho muchas veces en mis conferencias. Vamos al supermercado a hacer compras y llegamos a casa con las bolsas llenas, pero nunca va un libro. ¿No es cierto? El niño tiene que acostumbrarse a que el libro es un artículo de primera necesidad, tan importante como el pan, la carne o el azúcar. Por lo tanto el padre y la madre tienen que llegar a la casa con libros. Esa es la primera estrategia.

Otra estrategia es que el papá y la mamá lean. Si el niño ve leer, piensa “¡Caramba! Debe ser algo lindo, debe ser interesante. Yo también voy a leer.” Lo contrario ocurre con el padre que le dice al hijo que fumar hace daño, pero él fuma. Es una contradicción, no tiene coherencia. Es lo mismo como que el padre le diga a su hijo que lea pero él no lee. La lectura entra con el ejemplo, siempre. Si yo veo a mi padre recostado en su hamaca leyendo, de niño, me va a dar curiosidad. Los padres deberían dejarle en los rincones revistas, comics de aventura o historietas, para que los niños se den cuenta de que ahí hay algo interesante, información. De que existe otro mundo de imaginación, de creatividad también en el texto escrito, no solo en la pantalla.

Luego en el colegio. Muchos profesores de literatura no leen. El profesor de educación física al ver que a un alumno le gusta el futbol o el básquet, automáticamente lo pone en la selección. El de literatura, aunque al chico le guste leer o escribir, no lo fomenta. Está fallando la educación. Las universidades acostumbran a dar fotocopias o todo en internet. El libro físico no lo tienen. No tienen biblioteca. Volviendo a la familia, en el hogar tienen una gran churrasquera y cantina, pero no hay una sola biblioteca. Los arquitectos no lo consideran. No hay un estudio, una biblioteca que sea el lugar para leer. Ya no forma parte de lo cotidiano, no hay ese ambiente. En Sucre por ejemplo, lo primero que uno ve al entrar en casas antiguas es el cuarto de biblioteca. En el hogar debe haber una biblioteca que induzca a la lectura. En una tarde de frío o una noche de calor, leer.

Después están las técnicas sistemáticas, didácticas y pedagógicas que se pueden desarrollar. El profesor de literatura debe tener un papel motivador. No enseñar historia de literatura o copiar argumentos, su función es formar escritores y lectores.

¿Qué importancia tiene esta feria para la cultura cruceña? ¿Qué está aportando, que la hace diferente de las demás ferias realizadas en Santa Cruz?

Édgar Lora: Son 17 años consecutivos de esta feria. Anoche, en la presentación de un libro de Wolfango Montes, el público también pidió hacer preguntas. Eran personas que habían leído a Wolfango y le hicieron buenas preguntas. ¿Qué significa esto? Que en estos 17 años, esta feria está ayudando a que muchas personas lean. Es un gran aporte.

Pueblo que lee es pueblo con conciencia. Pueblo que lee es libre. Un pueblo sin escritores y sin libros es esclavo. Esclavo de la ignorancia, del poder, del dinero, de la banalidad. Entonces esta feria nos está ayudando a leernos, a descubrirnos, a reconocernos, a plantearnos análisis de la realidad, a cuestionarnos el crecimiento de la sociedad.