¿Qué opina
sobre la literatura contemporánea boliviana?
Yo creo que la literatura contemporánea boliviana está pasando por un buen
momento, tenemos extraordinarios narradores, extraordinarios poetas y
extraordinarios ensayistas, nuestros escritores están saliendo al exterior
tanto a festivales de poesía como encuentros
y también están publicando y esto tiene
que ver no solo con las nuevas
generaciones sino también con generaciones de los años sesenta, de los años
setenta, por ejemplo tenemos escritores como Ramón Rocha Monroy de Cochabamba
un extraordinario novelista, acabo de ver una revisión de la novela Potosí 1600,
la quinta edición también tenemos a, por mencionar a los vivos, a Ramón, Gonzalo
Lema, Gigia Talarico que también es poeta
y de ahí para abajo ya estaría la generación de Giovanna Rivero, que es de una generación de
extraordinarios narradores y tenemos a
poetas, para nombrar a algunos de Santa
Cruz tenemos a Pablo Carbone, a Griselda Mar, los últimos libros de esta
feria han sido los de Hilda Cuellar, los
de María Victoria Ric, Alejandra Barbery, Claudia Vaca que son libros
extraordinarios de poesías. Creo que la literatura boliviana ha alcanzado un
gran nivel, sin duda alguna.
¿Sobre la última cena, porque razón escribió los microcuentos y de cómo se le ocurrió escribirlos?
Yo desde hace varias décadas trabajo en lo que se denomina
microcuento, que es condensar la
historia en la menor cantidad de
palabras y describir con palabras todo un universo, además el microcuento, tiene otra virtud y es
la de hacer cómplice al lector porque en
el microcuento tú no tienes que decir todo lo importante del microcuento; es lo que no se dice justamente
para respetar la inteligencia del lector, por eso el microcuento recurre a
cuestiones religiosas, históricas, mitos, leyendas, que son conocidas por la gente para que cuando en un línea se le cuente una
historia el lector sepa de que se está
hablando y otra cosa importante en el microcuento es el título. También tiene
que redondear la historia, porque se me ocurrió, porque dije voy a ironizar
algunas cosas religiosas, filosóficas, también por ejemplo lo religioso es lo
que va con el título del libro La Última Cena, que tiene que ver con la última
cena de Cristo, pero que en el libro en realidad es el conde Vlad Drácula, que
puede ser porque él también bebe sangre y en la última sangre dice beban de mi
sangre y el conde Drácula también, y también preguntas filosóficas como, hay microcuento
que dice si dios creó a los hombres a su imagen y semejanza , quien creó a los
locos, porque claro alguien los ha tenido que crear. Si no ha sido Dios, quiEn. Algún
dios loco tal vez y entonces lo que quise fue eso, ironizar algunas leyendas
mitos o dogmas religiosos o lemas históricos, y sin duda alguna ha sido uno de
los libros más exitosos que he tenido.
foto por: http://www.consuladodebolivia.com.ar/2015/05/20/homero-carvalho-presenta-su-nuevo-libro-antologia-de-la-poesia-boliviana-del-siglo-xx/
¿Qué opina
sobre la poesía en Bolivia y que cree sobre las diferencia de las demás poesías
en Latinoamérica o en el mundo?
La poesía en general tiene algo en común
y ese algo común es la palabra trabajada, la palabra depurada, al punto
de que esa palabra puede expresar lo mismo e diferentes idiomas, sin
embargo creo que lo que diferencia a la poesía boliviana, los poetas
nuestros del resto del mundo es que escriben con pasión desde el
lugar donde están , hay poetas por ejemplo
que narran a Santa Cruz en su poesía, la ciudad está presente Raúl Otero Reiche.
Por ejemplo el gran poeta cruceño hizo que la mayoría de sus poemas sean sobre Santa Cruz , Santa
Cruz la vieja, Santa Cruz la nueva, son libros enteros, pero también cantaba al
entorno, al medioambiente, en La Selva
tiene uno de sus más hermosos poemas, es canto al hombre de la selva. Por
ejemplo que es lo que además determina un imaginario poético nacional que es el
imaginario amazónico, pese a que Santa Cruz no es del todo amazónico ya que hay
una parte de Santa Cruz en que los ríos van a dar al Rio de la Plata y otros
que van a dar al río Amazonas, entonces es de ambos y en el lado de occidente
el lado de La Paz por ejemplo, el imaginario es totalmente andino, el
imaginario poético, de Franz Tamayo, o Jaime Sáenz es andino, la montaña está presente en sus poemas de una manera evidente o de una
manera latente el frio, el viento, la nieve, están presentes ahí. En los valles
igual, Cochabamba, Chuquisaca, los
poetas que pertenecen a estas zonas como Jesús Lara o como Antonio Terán le cantan al valle, le
cantan a las flores, le cantan a los arboles, le cantan a las frutas, pues todo
aquello es del valle.
¿Cuál es su
libro favorito y porque?
Con los años una va cambiando de libros, porque los libros se convierten
en libros de cabecera y en esos libros de cabecera siempre hay uno que
permanece aunque no lo tenga a mi lado; ese sería El Quijote de la Mancha que sin duda alguna para mi viene a ser,
digamos el libro que me introdujo a la
literatura, que me hizo creer que la literatura, que esas cosas se pueden escribir
en la literatura. Un hombre enloquecido por las novelas de caballería y que
empieza su propia aventura, pero sin duda alguna también está presente el imaginario
literario de todos los días. Homero con la Ilíada y la Odisea porque tiene que
ver con mi nombre, y sin duda alguna
cuando aprendí quién era Homero, cuando mi padre me enseñó quién era Homero,
pues me fascinó la Ilíada, me fascinó la Odisea con todo lo que ello significa,
con el caballo de Troya, con Agamenón, con Aquiles y su talón famoso vulnerable,
y sin duda alguna Odiseo y su retorno a Ítaca, a ver a su esposa Penélope que fue una cosa maravillosa
también.
¿Cómo fueron
sus inicios como escritor? ¿Por qué eligió ser literato?
Yo creo que tiene que ver con dos cosas, con
mi nombre y con un defecto físico. Yo soy tartamudo aunque no se note
porque he aprendido a superarlo y he aprendido a hacer de la tartamudez mi
fortaleza. De niño yo no podía contar historias y las historias que contaban
los otros niños que eran las historias clásicas de los pueblos del amazonas, la
viudita, el ahorcado, el carretón de la otra vida, etc., etc., y yo no podía
contarlas. Entonces yo dije cuando aprenda a escribir voy a contar esas
historias y eso fue lo que hice, uno. Dos, mi nombre. Creo que de alguna manera
mi padre me predispuso para la literatura al ponerme este nombre, porque yo un día le dije, oiga papi, porquE me puso este nombre tan feo, porque en el pueblo nadie
se llamaba Homero. Claro Juan Carlos, María, pero nadie se llamaba Homero y él me dijo: cuando aprendas a leer te voy a decir porquE y
como que cuando aprendí a leer me trajo una revista que ya no hay. Era la
revista Billiken que traía en sus números resúmenes de las grandes novelas y en
este número que él me trajo había un resumen de la Ilíada con dibujitos además
y ahí estaba Aquiles, Héctor, la bella Helena, el bello París, el caballo de Troya,
todos dibujados. Entonces yo me leí eso y luego me trajo la Odisea y pobre de
aquel que me preguntaba porque yo me llamaba Homero, le contaba la Ilíada y la
Odisea aumentada y corregida. Entonces yo creo que ha sido una vocación y un
destino, el destino por mi nombre y la vocación por la tartamudez.
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