La periodista y reconocida líder de opinión, Maggy Talavera,
dedicó unos minutos de su atareada noche en la Feria Internacional del Libro
para contar su trayectoria y pasión por el periodismo y para apelar a los
jóvenes, maestros y padres e invitarlos a fomentar un pensamiento crítico
basado en experiencias reales.
La periodista Maggy Talavera. Foto: www.eldeber.com.bo |
¿Cómo llegó usted a
ser un personaje tan reconocido en cuanto a opiniones y críticas de nuestra
sociedad?
Maggy Talavera:
Yo comencé a trabajar en 1984. Encontré el otro día,
justamente en este espacio de la Feria del Libro a quien fue mi primer jefe de
redacción, Gastón Requena. Recordando, me vino a la memoria cosas que yo ya
tenía olvidadas. Él me dijo que, junto con Elenir Centenaro, […] formadas en
periodismo, éramos las únicas mujeres (en el diario El Mundo). Él me recordaba cómo yo llegué con
entusiasmo a comenzar a escribir y –decía él- que yo me quejaba porque me daba
mucha carga de trabajo en esa oportunidad. Me dijo: “¿Sabe por qué le
daba tanto trabajo? Porque yo le pedía a usted algo y usted lo conseguía.” Eso
me llenó de orgullo y me hizo pensar en toda mi trayectoria y digo, no sé por
qué, realmente yo creo que nací para ser periodista. Me encantó. En toda esa
primera fase de mi trabajo, era más reportera de calle, pero eso me permitió ir
generando mi propio pensamiento crítico. Hoy yo me doy el gusto, el privilegio
de poder, no solamente ir y buscar una información, sino también de poder
analizarla, comentarla y criticarla. Es la ventaja de los años.
Con esta imagen como perfil de Facebook protesta la periodista por el caso de su colega Carlos Valverde Foto extraída del Facebook de Maggy Talavera |
¿Cómo llega a los
jóvenes este interés por la lectura y la opinión propia? ¿Hay alguna manera de fomentar
el pensamiento crítico en una generación donde muchos viven desconectados de la
realidad por la tecnología?
Maggy Talavera:
Yo digo que ustedes tienen una gran ventaja -que puede ser
vista como desventaja dependiendo si uno tiene una visión pesimista de las
cosas- en relación a mi generación. No se pueden imaginar ustedes, cómo era no
tener Internet, no había teléfonos móviles, teníamos que grabar todo, para
buscar una información teníamos que ir a la biblioteca, nos tardábamos un
montón de tiempo. Digo, tienen ustedes la ventaja como generación, de tener informaciones
de manera mucho más rápida, al momento, en mayor cantidad y con menos trabajo
físico y menos tiempo. Eso debiera, más bien, permitirles estar más avanzados
que nosotros. Yo lo veo como ventaja. Hay quienes lo ven como desventaja en el
sentido de que dicen, es tanta información y la cosa se vuelve tan fácil, que
se les ha perdido a los chicos ese espíritu crítico, de curiosidad, de
descubrir las cosas porque ya está todo hecho. Yo siempre lo voy a ver más como
una ventaja.
Creo que es fundamental lo que recogemos de la casa, cómo
son nuestros padres. En segundo lugar está definitivamente el colegio. Tuve una
profesora de literatura que fue la que dio el punto final para que yo diga “quiero
ser periodista”, en una época en que no había la carrera de periodismo aquí.
Mis padres nunca fueron ricos, pero mi casa siempre estuvo llena de libros.
Entonces esas cosas yo creo que me alimentaron. Una parte es lo que uno recoge
de la casa y otra parte es con lo que uno nace.
¿Qué es lo que yo les diría a los chicos? Que no se encierren en un mundo que es virtual
–que puede ser fantástico- pero que les está quitando la posibilidad de
descubrir emociones que son mucho más hermosas y que jamás van a estar atrás de
una pantalla de computadora e incluso ni siquiera abriendo un libro o viendo
una película, están dentro de ustedes.
Creo que ahí hay un papel fundamental en este momento de
maestros, en el caso de los estudiantes, de lograr ellos mismos salir de su
caparazón. No ver como algo negativo el tema de las redes sociales. Pero
además -que yo veo a veces que ese es un defecto que tenemos los adultos- de
querer que los jóvenes de hoy sean como nosotros éramos en niños. En mi época
jamás alguien le podía decir a su madre “no quiero”. A veces los maestros o los
padres tenemos esta dificultad de permitirles a nuestros hijos que sean libres,
a partir de su juventud, a hacer preguntas, a cuestionar o incluso a
cuestionarnos y a generar y aprender la capacidad de debatir y las ganas de
describir cosas nuevas.
¿Usted ha pensado en
dedicarse a la docencia y compartir esta pasión por el periodismo?
Maggy Talavera:
Yo no sería docente de teoría, primero porque soy
desorganizadísima (risas) y segundo porque yo creo que el periodismo y la
comunicación es algo que se aprende fundamentalmente en la práctica. Usted hace
las cosas y va aprendiendo la teoría, pero haciéndola, no hay otra manera.
¿Qué opina usted
sobre los efectos que está teniendo la Feria del Libro en Santa Cruz y cuál es
su relevancia?
Maggy Talavera:
Yo creo que la iniciativa de la Cámara Departamental del Libro
de hacer esta Feria Internacional ha sido una de las mejores cosas que ha
podido suceder en Santa Cruz en el plano del desarrollo social y de las
humanidades. Una cosa que siempre se le ha señalado a Santa Cruz, que nos dicen
a los cambas, es que no leemos, que somos poco cultos, que somos parranderos,
que no trabajamos. Muchos prejuicios. Sin embargo, la feria ha demostrado que
todos esos estigmas no son ciertos. Esta es, si no me equivoco, la segunda
feria más exitosa e importante que se hace en Santa Cruz.
Yo creo que este es un espacio que le permite a la gente que
escribe, a la gente que publica, a los editores, tener una oportunidad de
demostrar qué es lo que se hace. Es la principal ventana que hay en este
momento de promoción y de fomento a la lectura y a la escritura.
Certeras y prácticas las preguntas y también las respuestas de Maggy. Muy buena nota.
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